Las historias surgen y se sumergen, mientras las manecillas continúan su giro implacable. No son escapes, son encuentros, novedades, sorpresas. El giro sigue, levantamientos y hundimientos, aún con uno mismo puede llegar el encuentro, en un despertar, a veces se necesitan dos, a veces cientos, para hallar el fundamento. Por aire, por tierra y bajo ella, lo que subyace se yergue. Ya nada será igual.